Rosita es la cerveza artesana gastronómica que ha conquistado los exigentes paladares de los mejores sommeliers y chefs del mundo, estando presentes en algunos de los mejores restaurante estrella Michelín como el de Ferran Adrià, Juan Mari Arzak o Carme Ruscalleda. Elaborada con ingredientes naturales, es una cerveza, de autor, sin aditivos ni conservantes, sin estar filtrada ni pasteurizada y que combina maltas de tipo pilsen con miel de mil flores de El Perello y agua de las Montañas de Prades. Internacionalmente premiada, Rosita está presente en catorce países, entre ellos, Australia, Finlandia y Japón.
Con cierta densidad en copa, espuma blanca con tonos marfil cremosa y constante, con buena persistencia. Debido a la presencia de levaduras de la segunda fermentación, es turbia.
Olfativamente se muestra muy afrutada, con mucha persistencia del grano infusionado, notas a plátano y manzana roja, recuerdos a melazas y tostados muy sutiles, muy compleja. En boca es dulce y golosa al principio, para pasar a notar todo su volumen aromático y gustativo con un paso denso y graso. Las notas a grano tostado, recuerdos a miel y fruta madura, son ahora donde cogen su máxima esplendor. Su buena acidez hace que su paso por boca no resulte pesado y podamos disfrutar de toda su complejidad.
Una turbidez poco marcada a pesar de sufrir una segunda fermentación en botella y tener las levaduras precipitadas. Espuma blanca y consistente en copa, muy atractiva a la vista.
… debido a sus reflejos a caramelo de azúcar o café. En copa es densa y su elegancia en el carbónico es muy apreciable.
Es una cerveza gasificada en su punto justo, teniendo en cuenta su grado alcohólico (7,0°Alc.) necesita de un consumo reposado.
Podríamos considerarla en la categoría “Stout o Strong lager”. La espuma, es persistente, de color blanco con un tono amarfilado, denotando su gran cuerpo su sabor amargo intenso que persiste en boca. Encontramos notas de cereal, levadura, algo de herbáceo y un poco de regaliz.
En nariz es una cerveza única, ya que sus notas a torrefacto, café, son predominantes en todo momento.
En boca tiene una entrada dulce y luego envolvente por el tostado de la avellana, el café también esta presente y el carbónico es apreciado en la hora que nos entra en boca.
Un paso en boca ligero a pesar de ser una cerveza tostada, pero realmente nos llena de una combinación de un buen malteado. Un final de boca largo y goloso.
Olfativa: Nariz sutil, exótica, donde se entremezclan las especias (cilantro y jengibre) con un fondo de suaves y elegantes notas de maltas tostadas.
Al final, aparecen notas sutiles de piel de cítricos, con un fondo herbáceo de flor del lúpulo.
Gustativa: Entrada suave pero intensa, con amplias notas especiadas, y un fondo de frutas maduras (albaricoque) en retro nasal.
Las maltas envuelven el paso con sensación de peso y untuosidad, el postgusto es medio y equilibrado.
La combinación de malta de cebada, trigo y avena le proporcionan un color más transparente, más brillante.
Cerveza rubia, con burbujas finas y elegantes muy ligera en copa con turbidez poco marcada. De crema blanca y consistente en copa, muy atractiva a la vista.
En nariz es un poco más ácida por los botánicos utilizados, así como las bayas de enebro, para finalmente encontrar aromas a flores blancas muy agradables.
En boca la entrada es ligera y fresca, con notas de flores blancas encontradas en nariz y finalmente encontramos al final de boca el enebro que le proporciona un sabor característico, dejándonos un sabor muy refrescante.
Su buena acidez hace que su paso por boca no resulte pesado y podamos disfrutar de toda su complejidad.
El postgusto es elegante, con fina amargor, muy sutil, lo que nos deja una boca limpia y fresca.